Madrid 28 ENE 2018
Un hombre lee el cartel que informa de que la Casa de Baños está cerrada. OLMO CALVO
Mohammed acude un día más al número 133 de la calle Bravo Murillo, en el distrito de Tetuán, y un día más se tiene que dar media vuelta sin poder ducharse. Los baños públicos allí ubicados son, junto con los de la glorieta de Embajadores, los únicos que el Ayuntamiento de Madrid tiene en la capital para que personas sin recursos puedan acudir a ducharse y asearse, pero, en pleno invierno, llevan tres meses sin agua caliente.
Durante octubre y noviembre, un fallo en la caldera provocó que estuvieran cerrados y, tras un arreglo exprés que incluyó la sustitución de algunas piezas, la pasada Nochebuena volvió a averiarse. Y así hasta ahora. Durante varios minutos,las visitas a estos baños públicos se suceden, pero la respuesta de los empleados es siempre la misma: «Todavía no la han arreglado, lo siento».
«Algunos se enfadan, nos insultan y nos amenazan», aseveran los trabajadores de Copisa, adjudicataria del mantenimiento de este servicio municipal por el que pasan un millar de personas al mes para mantener la higiene. «Sobre todo vienen extranjeros, aunque también españoles, mayoritariamente ancianos que viven en casas donde sólo hay cuartos de baño comunitarios o que no tienen duchas en sus casas, sino bañeras, por lo que les es más difícil asearse», cuentan los empleados.
La mayoría de los asiduos a estas instalaciones son hombres que disponen de dos decenas de cabinas de ducha individuales, aunque también hay un ala con otros 13 compartimentos donde acuden unas pocas mujeres. En ninguna de las áreas de ducha funciona la calefacción y el techo, alto y con claraboya, de la zona masculina provoca que la temperatura descienda varios grados más. En los últimos meses prácticamente nadie se ducha, salvo algún valiente que pide hacerlo con agua fría y al que no se cobra. A otros les abren la puerta para que puedan cortarse el pelo o a afeitarse.
Y si en Tetuán baja la afluencia, en Embajadores aumenta. «Sí que hemos notado que viene más gente estos meses, aunque no de una manera exagerada», relatan las trabajadoras. Tanto en los baños públicos de Embajadores como en los de Tetuán, 20 minutos de ducha con agua caliente cuestan 50 céntimos de euro. Quienes utilicen el servicio deben portar su propio jabón y toalla.
Desde la Junta de Distrito de Tetuán, que preside la edil Montserrat Galcerán, aseveran que tras la rotura de la caldera las pasadas navidades la concesionaria Copisa intentó arreglarla sustituyendo algunas piezas, pero se volvieron a romper. Por ello, los técnicos instaron a remplazarla por una nueva. Asimismo, consideraron que se debían realizar obras de aclimatación para solucionar el problema de la calefacción.
Las mismas fuentes municipales aseguran que el Consistorio ya ha encargado una caldera nueva por un valor aproximado de 40.000 euros y que ésta debería estar instalada y funcionando con normalidad a lo largo del mes de febrero.
Fuente: El Mundo
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