- El nuevo plan muncipal para esta zona de Tetuán incumple las expectativas vecinales, que critican su abandono. Las calles no se baldean ni se asfaltan
La dejadez y la falta de inversión en el barrio de Valdeacederas hace que se corten calles por baches que no se reparan, que haya okupaciones junto a bloques de realojo sin entregar (arriba) o casas sin retranquear (abajo) - MAYA BALANYA
M. J. ÁLVAREZ
21 AGO 2018
Abandonados históricamente. Así se sienten los vecinos del entorno del paseo de la dirección del distrito de Tetuán por parte del Ayuntamiento de Madrid. Al plan interminable que acaba de modificarse por enésima vez y que incumple sus expectativas, añaden el cúmulo de deficiencias que arrastran, algunas derivadas del mismo, que convierten esta parte del distrito que abarca el barrio de Valdeacederas, principalmente –y parte de la Ventilla y Berruguete–, en una zona de quinta división. Así lo asegura el presidente de la Asociación de Vecinos de Cuatro Caminos y Tetuán, Antonio Ortiz, que habla en nombre de los residentes.
La nueva ordenación urbanística –aprobada por la Junta de Gobierno el 31 de julio pasado– se produce después de iniciarse un proceso que arrancó con Gallardón en 2006 y que tiene a todo el barrio patas arriba. «Resume la dejadez en la que nos tienen sumidos», indica el portavoz vecinal.
El proyecto del paseo de la Dirección pretendía unir los distritos de Tetuán y Fuencarral. El Consistorio adjudicó a la constructora Dragados los trabajos en un ámbito de un total de 165.991 m2. Entre otras actuaciones, la concesionaria tenía que desdoblar dicha vía –que da nombre al plan parcial–, acabar con unas 400 chabolas e infraviviendas de esa cornisa de alto valor paisajístico, gestionar las expropiaciones y construir las viviendas (unas 2.000) para los realojos.
Sin embargo, una década después, al margen de la calle, solo se han levantado dos bloques de realojo de los que se ha adjudicado uno. El otro está vacío con el riesgo de que sea okupado y eso, a pesar de que Monserrat Galcerán, la concejal-presidenta de la Junta de Distrito, dijo que los pisos serían entregados en junio.
Uno de los solares de la zona - MAYA BALANYA
El resto de los solares que debían ser urbanizados son descampados vallados donde crecen hierbajos y se acumula la basura, mientras perviven chabolas, edificios en altura de diversa antigüedad y casas bajas de ladrillo rojo en una extraña amalgama.
En 2016, el Consistorio de Manuela Carmena rescindióel contrato suscrito con Dragados para asumir el final del proceso sin que la empresa hubiera acabado el planeamiento Carmena tuvo que abonar 126,6 millones en concepto de liquidación por los trabajos realizados. De ellos, 122 millones se pagaron en aprovechamientos urbanísticos (en siete solares máximo) y otros 4,2 millones en metálico, frente a los 176 de precio máximo que se pagarían al término de las obras. El Ayuntamiento recuperaba así 105.554m2 de terreno para destinarlos a unas mil vivienda protegidas. Ahora, en la enésima ordenación, incluyen en ese suelo, además, zonas verdes y dotaciones.
«Vamos a presentar alegaciones», anuncia Ortiz. Afirma que la entidad conoce solamente un esbozo del plan, anunciado a bombo y platillo como fruto de la participación vecinal que cuestionan. Lo que ha dado a conocer el Consistorio no les gusta. No se fían. Son muchos años ya. Asegura que el nuevo planeamiento incluye, entre otras cosas, 30.000 m2 de zonas verdes «nuevas» previstas en el Plan General de Ordenación Urbana de 1985. «Esa operación costó 20 millones en expropiaciones al Ayuntamiento porque recalificó después ese suelo para el plan del paseo de la Dirección».
Más dotaciones
El portavoz vecinal reprocha que el Ayuntamiento prime la vivienda endetrimento de los equipamientos previstos que se han eliminado y que tanta falta hacen en el distrito, como polideportivos y colegios. «Solo hay uno público en Valdeacederas, el Juan Ramón Jiménez, en pésimo estado. Se está convirtiendo en un gueto para inmigrantes».
Ortiz está disconforme también con la liquidación que se le ha dado a Dragados. «Se lleva la parte del león, las mejores parcelas; especulará con las torres que construirá pues la zona es golosa;está a espaldas de las Cuatro Torres, junto a Plaza de Castilla».
Para el portavoz vecinal, la gran avenida del paseo de la Dirección, de dos kilómetros de longitud «es demasiado grande e innecesaria, está rodeada de solares (dos) que no han sido urbanizados, no hay casas cerca y ni un solo árbol ni –talaron más de mil para hacer el vial, asegura–, de carril-bici ni hablamos y los coches van muy rápido. Y los accesos al parque de Agustín Rodríguez Sahagún, incluidos en el proyecto son vergonzosos». Al cuidado pulmón verde, solo se puede acceder por unas escaleras o una rampa sin asfaltar, lo que impide el acceso a personas de movilidad reducida o a carritos de niños.
Por otro lado, Ortiz critica que los cuatro bloques de viviendas previstos por Dragados, de 26 plantas, taparán las vistas de los edificios antiguos que dan al paseo de la Dirección. «En 2008 para hacer la operación se cargaron más de mil árboles y después construyeron un parking que está vacío. Se dieron mucha prisa en arreglar esa calle y no han hecho más», reprocha.
En su lista de agravios que sufren, el presidente de la AA.VV., destacó el olor a orines porque no se baldean muchas calles, entre ellas Marqués de Viana –llena de comercios cerrados– y la suciedad acumulada en las salidas de emergencia del subterráneo. Los operarios de limpieza brillan por su ausencia. Las latas, botellas y plásticos en los alcorques daban fe de ello.
«Los baches y el mal estado de las calzadas son otros de los problemas que padecemos porque en Valdeacederas la operación asfalto brilla por su ausencia, con riesgo para peatones y vehículos», indica Ortiz. Por eso varias calles están cortadas al tráfico por agujeros cada vez más grandes. Es el caso de la calle de la Genciana o de la denominada «zona 0», situada en la travesía de Pando, donde la dejadez es palmaria. A este última vía, que desemboca en una zona de desniveles sin asfaltar, la AA.VV le otorgó el premio al «mayor bache del distrito» en las últimas fiestas. Ese lugar se convierte en un taller de coches al aire libre de dudosa procedencia.
Especulación
En la zona hay muchas viviendas fuera de ordenación que no están retranqueadas, restando espacio a las aceras. Otro fenómeno que crece en el barrio es el alquiler de locales comerciales como viviendas. Un ejemplo de ello sucede en la calle de Almansa. «No se arreglan con lo que el deterioro crece», recalca Ortiz.
Mientras, crece la turistificación y la especulación. «Los alquileres suben como la espuma y la obra nueva está por las nubes ya que estamos en un lugar privilegiado y bien comunicado», agrega. Hay anuncios de pisos desde 195.000 euros a 399.000 de uno y de tres dormitorios. Hay gente que alquila habitaciones por 30 euros al día, la mitad de precio que un hotel.
Las vistas son inmejorables. De un lado, en la cornisa, la sierra de Madrid; del otro, el mundo financiero representado por las Cuatro Torres. En medio, infraviviendas, pisos tapiados para evitar okupaciones y calles sin asfaltar con bloques en altura. «No estamos dispuestos a acomodarnos a este abandono. Queremos que las administraciones inviertan, en este caso el Ayuntamiento, y que nos traten como a un barrio de primera».
Fuente: ABC
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