La FRAVM intensificará en noviembre su lucha contra los locales de apuestas en la ciudad
LUCA COSTANTINI
Madrid 29 OCT 2018
Vecinos de Tetuán protestan contra las casas de apuestas en el barrio. VICTOR SAINZ
Un centenar de vecinos del distrito de Tetuán salieron este lunes a la calle para denunciar la "proliferación descontrolada de las salas de juego". Es la primera vez que se registra en Madrid una marcha de este tipo. Se calcula que en Tetuán hay abiertos 31 locales de apuestas, solo por detrás de Vallecas y Carabanchel, y, de ellos, una mitad están en la calle de Bravo Murillo: "Se está convirtiendo en un casino al aire libre", se quejan los residentes.
La protesta coincidió con la celebración del Día Mundial Sin Juegos de Azar y estuvo respaldada por la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM). María Antonia Giménez, vicepresidenta de la asociación vecinal de Cuatro Caminos-Tetuán, alertó este lunes de la creciente fascinación de los menores por el mundo de las apuestas. "Las salas se abren cerca de los colegios y los institutos", dijo, y denunció que los locales de apuestas gozan de una "legislación laxa, que favorece su proliferación en los barrios más vulnerables". Según un análisis de EL PAÍS, uno de cada cuatro centros de bachillerato y Formación Profesional de Madrid se halla junto a un salón de juego.
El distrito de Tetuán es uno de ellos. Sus barrios son de los más afectados por el paro y con rentas por debajo de la media capitalina. Solo en la calle de Bravo Murillo, la asociación de Giménez calcula que se encuentran 16 salas de juego. Suelen ubicarse en locales vacíos, donde antes había tiendas de barrio. "Cada vez que se cierra un comercio, se abre una sala de apuestas", coincidieron varios vecinos. "Pero su apertura no aporta nada", acusaron.
Residentes, como Almudena Izquierdo, de 60 años, sospechan que estos locales "sirven para blanquear dinero". Otros, como Félix Flor, de 64 años, cree que detrás hay "gente indeseable". O, de forma general, "un modelo de negocio que genera contravalores", según Manuel Álvaro, de 72 años. "Necesitamos colegios, no salas de juegos", gritaban.
La marcha transcurrió pacíficamente ocupando parte de la calzada de la calle de Bravo Murillo. "Sí que hay gente", comentó una pareja desde la acera. A pocos metros, dos jugadores fumaban delante de una sala. Los manifestantes se pararon delante de ellos, pero éstos, tras rechazar hacer declaraciones a EL PAÍS, entraron rápidamente en el local. Otra casa de apuestas decidió incluso cerrar sus puertas.
Entre los manifestantes también había jóvenes, como David, María y Marixa, de 18 y 19 años. Ellos rechazan el juego de azar, pero dicen que sus amigos ("todos") sí suelen apostar. "Se juegan unos 50 euros cada semana. Tal vez antes de salir el fin de semana. Entran y echan unas jugadas a las ruletas, y si ganan dinero se lo gastan por la noche".
Para Mar Espinar, edil del PSOE en Tetuán, tanto el Ayuntamiento como la Comunidad deben ser más rígidos a la hora de permitir licencias. "En distritos como Tetuán se necesitan equipamientos culturales y educativos", incidió. Quique Villalobos, presidente de la FRAVM, habló de la necesidad de "regular" estas actividades. "El Ayuntamiento es receptivo, y tenemos pronto una reunión. Pero la Comunidad tiene más poderes y es donde estamos viendo una receptividad baja", señaló.
Fuente: El País
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