martes, 27 de marzo de 2018

Sobre salud sexual y reproductiva


La salud es bastante más que la atención sanitaria. La salud hace referencia al bienestar de la persona en todas sus facetas y necesidades: física, psicológica, emocional, social, etc.


La salud sexual  y la reproductiva  son diferentes aunque están relacionadas. Los hombres en una sociedad machista- como la nuestra -con frecuencia no prestan atención a las consecuencias  de su relación sexual,   no son educados en el cuidado, la prevención de embarazos no planeados. Sin embargo, a las mujeres  jóvenes en cuanto comienzan “la regla”, “el periodo”, “estar enfermas”, “el mes”, en definitiva, cuando tienen la menstruación, ya se les previene del riesgo de tener un embarazo.
 Así, vamos siendo socializadas las personas según seamos mujeres u hombres en el miedo al embarazo no deseado o en la despreocupación  por el mismo.
Los tiempos van cambiando afortunadamente aunque no tanto como sería de desear. Sería bueno hablar francamente a ambos, a mujeres y a hombres, de sexualidad y de embarazos y de cómo prevenirlos cuando no se desean, para educarles responsablemente en una actividad como la sexual, que es deseable y deseada y debiera ser fuente de satisfacción y alegría.
No voy a referirme aquí a las relaciones en las cuales el hombre violenta a la mujer. Este caso merece un artículo aparte dada su gravedad.
Aquí me estoy refiriendo a las situaciones que consideramos “normales” pero en  las que hay falta de responsabilidad compartida.
 El deseo es común a hombres y mujeres y no debiera ser un problema si se actuara con respeto, pero lo es cuando el deseo del hombre se sobrevalora y se impone y el de la mujer se inhibe y menosprecia al tiempo que se le responsabiliza  casi exclusivamente de las consecuencias del mismo.
“Descubrir que el hecho de ser buena, dulce y amable no permite alcanzar la felicidad en la vida…la comprensión de que el hecho de ser nosotras mismas hace que muchos nos destierren y que el hecho de acceder a las exigencias de los demás hace que nos desterremos de nosotras mismas”** .Las mujeres han de tomar decisiones sobre su vida, “empoderarse”.
La sociedad en su conjunto,  tiene gran responsabilidad. La mujer ha de ser considerada en igualdad de derechos que los hombres y con las mismas oportunidades de realizar su proyecto de vida.
También es responsabilidad de los sistemas educativos, socio-sanitario, los medios de comunicación, etc.



Las mujeres,  con frecuencia, son mostradas de forma deshumanizada, cosificadas, como objetos sexuales que disfrutan con la violencia que se ejerce sobre ellas. Esto es muy negativo para la construcción de  una feminidad y masculinidad sanas,  es perjudicial  esta  identificación de violencia y sexo.
Actualmente hay un debate muy interesante sobre esta representación de la mujer en el Arte a lo largo de la historia. A la violación se le llama rapto eufemísticamente, a una mujer que está siendo violada el pintor le pone cara de placer, etc. Revisar desde los tiempos actuales cómo están representadas las mujeres, puede ser un ejercicio crítico constructivo, que nos ayude a recuperar una imagen positiva de la mujer y más acorde con estos tiempos.
Curiosamente la mujer apenas aparece como creadora, en el arte,  la literatura, las ciencias, la política, etc., a pesar de que en todos los tiempos ha habido mujeres destacadas.
“La educación no es el mero adquirir conocimientos tecnológicos, sino la comprensión, con sensibilidad e inteligencia, de todo el problema del vivir-en el cual están incluidos la muerte, el amor, el sexo, la  meditación, la relación y también el conflicto, la ira, la brutalidad, etc.-ésa es la total estructura de la existencia humana”*
Si atendiésemos a estos aspectos del vivir, que incluye la sexualidad, seríamos personas plenas respetuosas con nosotras mismas y con las demás.
África

*Citado de “Principios del aprender” de J. Krishnamurti
**Citado de “Mujeres que corren con los lobos” Clarissa Pinkola Estés

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