La
salud es bastante más que la atención sanitaria. La salud hace
referencia al bienestar de la persona en todas sus facetas y necesidades:
física, psicológica, emocional, social, etc.
La
salud sexual y la reproductiva son diferentes aunque están relacionadas. Los
hombres en una sociedad machista- como la nuestra -con frecuencia no prestan
atención a las consecuencias de su
relación sexual, no son educados en el
cuidado, la prevención de embarazos no planeados. Sin embargo, a las
mujeres jóvenes en cuanto comienzan “la
regla”, “el periodo”, “estar enfermas”, “el mes”, en definitiva, cuando tienen
la menstruación, ya se les previene del riesgo de tener un embarazo.
Así,
vamos siendo socializadas las personas según seamos mujeres u hombres en el
miedo al embarazo no deseado o en la despreocupación por el mismo.
Los
tiempos van cambiando afortunadamente aunque no tanto como sería de desear. Sería
bueno hablar francamente a ambos, a mujeres y a hombres, de sexualidad y de
embarazos y de cómo prevenirlos cuando no se desean, para educarles responsablemente en una actividad como la sexual, que es deseable
y deseada y debiera ser fuente de satisfacción y alegría.
No voy
a referirme aquí a las relaciones en las cuales el hombre violenta a la mujer.
Este caso merece un artículo aparte dada su gravedad.
Aquí me
estoy refiriendo a las situaciones que consideramos “normales” pero en las que hay falta de responsabilidad
compartida.
El deseo
es común a hombres y mujeres y no debiera ser un problema si se actuara con
respeto, pero lo es cuando el deseo del hombre se sobrevalora y se impone y el
de la mujer se inhibe y menosprecia al tiempo que se le responsabiliza casi exclusivamente de las consecuencias del
mismo.
“Descubrir
que el hecho de ser buena, dulce y amable no permite alcanzar la felicidad en
la vida…la comprensión de que el hecho de ser nosotras mismas hace que muchos
nos destierren y que el hecho de acceder a las exigencias de los demás hace que
nos desterremos de nosotras mismas”** .Las
mujeres han de tomar decisiones sobre su vida, “empoderarse”.
La
sociedad en su conjunto, tiene gran responsabilidad.
La mujer ha de ser considerada en igualdad de derechos que los hombres y con
las mismas oportunidades de realizar su proyecto de vida.
También
es responsabilidad de los sistemas educativos, socio-sanitario, los medios de
comunicación, etc.
Las
mujeres, con frecuencia, son mostradas
de forma deshumanizada, cosificadas, como objetos sexuales que disfrutan con la
violencia que se ejerce sobre ellas. Esto es muy negativo para la construcción
de una feminidad y masculinidad sanas,
es perjudicial esta identificación de violencia y sexo.
Actualmente
hay un debate muy interesante sobre esta representación de la mujer en el Arte
a lo largo de la historia. A la violación se le llama rapto eufemísticamente, a
una mujer que está siendo violada el pintor le pone cara de placer, etc.
Revisar desde los tiempos actuales cómo están representadas las mujeres, puede
ser un ejercicio crítico constructivo, que nos ayude a recuperar una imagen
positiva de la mujer y más acorde con estos tiempos.
Curiosamente
la mujer apenas aparece como creadora, en el arte, la literatura, las ciencias, la política,
etc., a pesar de que en todos los tiempos ha habido mujeres destacadas.
“La
educación no es el mero adquirir conocimientos tecnológicos, sino la
comprensión, con sensibilidad e inteligencia, de todo el problema del vivir-en
el cual están incluidos la muerte, el amor, el sexo, la meditación, la relación y también el
conflicto, la ira, la brutalidad, etc.-ésa es la total estructura de la
existencia humana”*
Si
atendiésemos a estos aspectos del vivir, que incluye la sexualidad, seríamos
personas plenas respetuosas con nosotras mismas y con las demás.
África
*Citado
de “Principios del aprender” de J. Krishnamurti
**Citado
de “Mujeres que corren con los lobos” Clarissa Pinkola Estés
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